¿Cómo orar?

Khesed El

a person's hands on a book
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Orar es una práctica fundamental de la fe. Cuando pensamos en: "¿Cómo debería orar correctamente?", no hacemos mal en preguntarnos cómo hacerlo.

Lo más importante que debemos saber es que no existe una fórmula mágica para orar. Jesús mismo, en dos ocasiones, enseñó a orar, y no lo hizo de la misma forma. El hecho de que no la repitió exactamente de la misma manera, muestra que no debía usarse como un ritual preciso o fórmula mágica para la oración. Es importante resaltar la gran diferencia entre orar y rezar:

  • Orar: hablar con Dios.

  • Rezas: repites afirmaciones cerradas.

Jesús mismo dijo que estaba en contra de esto cuando dijo que no usáramos repeticiones vacías (Mateo 6:7).

Orar se aprende de la misma manera que se aprende a ver. Si alguien te pidiera que le enseñaras a ver, ¿qué le responderías? La oración no se ubica en el ámbito de las técnicas y métodos, lo más importante son las actitudes y los comportamientos.

Efesios 6:18 resalta la necesidad de la oración constante, insistiendo en que debe ser perseverante y hecha en el Espíritu. Pablo advierte que la naturaleza humana tiende a la apatía y al descuido, especialmente en la oración, lo cual nos expone a los ataques del enemigo, siempre activo y astuto. Por eso, la oración no puede ser ocasional ni superficial, sino continua y con todo el corazón. Así como la armadura de Dios es indispensable para resistir en el día malo, también lo es la oración, que sostiene toda la vida espiritual del creyente. Cuando falta oración, falta poder, pues es el medio que Dios estableció para darnos lo que necesitamos. Como recuerda Santiago: no recibimos porque no pedimos, y la debilidad espiritual de muchos cristianos proviene, en el fondo, de la negligencia en orar.

Lo más parecido a una guía de cómo orar que tenemos es cómo Jesús nos enseñó a orar, recordando lo previo, no con el objetivo de hacer un rezo, sino destacando características de actitud en la oración:

Características:

  • En privado (humildad y sinceridad): Mateo 6:5-6

  • Directa y sin palabrerías: Mateo 6:7

  • Sincera: Mateo 6:8

  • Fe y confianza: Mateo 7:7

  • Persistencia: Lucas 18:1

  • Sumisión a la voluntad de Dios: Lucas 22:42

  • Gratitud y alabanza: 1 Tesalonicenses 5:18

¿Cómo se debe orar según el modelo de oración de Jesús? Mateo 6:9-13

»Ustedes, pues, oren de esta manera:

Padre nuestro que estás en los cielos

Debemos venir a Dios como un Padre, correctamente reconociendo a quien oramos, viniendo con un título privilegiado. Cuando decimos en los cielos, recordamos la santidad y la gloria de Dios. Él es nuestro Padre, pero nuestro Padre en los cielos.

Santificado sea Tu nombre

Santificado significa apartado. Es decir, que no hay nadie como Dios. Él es completamente único, no solo una mejor persona. Nombre significa que todo el carácter de Dios, toda su persona, es apartado.

Venga Tu reino

Llamamos al reino de Dios, Su presencia en la tierra.

Hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo

Nos sometemos a Su voluntad y reconocemos su soberanía en los cielos y la tierra. Es decir: “Haz tu voluntad, porque sé que es la mejor. Cámbiame donde no entiendo o acepto tu voluntad”.

Danos hoy el pan nuestro de cada día

La oración modelo nos muestra que debemos llevar libremente nuestras necesidades ante Dios. Esto incluirá las necesidades de provisión diaria, el perdón y la fuerza ante la tentación. Provisión tanto para nuestro cuerpo como para nuestro espíritu.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores

Así como el pan es la primera necesidad del cuerpo, el perdón es para el alma. Jesús representa los pecados con la idea de estar en deuda. El pecador tiene una deuda con Dios. Asume que el perdonado mostrará el perdón a los demás.

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal

Tentación significa literalmente una prueba, no siempre una invitación a hacer mal. Dios ha prometido guardarnos de cualquier tentación que sea más de lo que podamos resistir (1 Corintios 10:13).

Porque Tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén.

Reconocemos que todo es de Él y para Él, entendiendo la inmensidad de su majestad.

Si crees que Dios está presente en tu vida, dialoga con Él. Si crees que Dios está siempre allí, mirándote, míralo tú también. Si crees que Dios es tu Creador y Padre, alábalo y confía en que nunca te abandonará, especialmente cuando camines por sendas oscuras. Si crees que Jesucristo vino al mundo para mostrarte el camino, conócelo, pregúntale y luego síguelo. Si crees que murió y resucitó para salvarte, déjate amar por Él y ámalo también. Si crees que te dejó su Espíritu para iluminar tu camino, escúchalo. Si crees que Dios reina en tu corazón, búscalo y atiéndelo.

Si crees… vive como creyente. Y entonces habrás aprendido a orar.

Referencias y fuentes consultadas:

Sara Derby, ¿Cómo orar?

R. A. Torrey, ¿Cómo orar?

C. S. Lewis, ¿Cómo orar?

Mattew Henry, comentario bíblico.

David Guzik, comentarios bíblicos en línea.